Sarah Barlondo, actriz francesa que quizá viste en producciones como Ni contigo ni sin ti y Un refugio para el amor, está muy emocionada porque tentativamente en agosto (si es que para entonces ya pasó la cuarentena por el coronavirus) se estrenará a nivel mundial la esperada película Wonder Woman 1984 , en la que participa.
Actriz de Wonder Woman 1984 nos cuenta de su experiencia al lado de Gal Gadot
Vía telefónica desde Londres, Sarah nos contó cómo fue trabajar codo a codo con Gal Gadot y en una producción como Wonder Woman 1984, algo totalmente nuevo para ella, pues nunca había participado en un proyecto de ese nivel.
“En mi primer día de rodaje no sabía qué esperar, si realmente iba a trabajar con la directora (Patty Jenkins) o iba hacer unas escenas a parte. Sí trabajé en varias producciones, pero de ese tamaño, nunca.
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“Fue mejor de lo que me esperaba. En maquillaje tenía a Gal Gadot al lado, el primer día y siempre la he visto en traje de Wonder Woman. Al final no me emociono si veo a una celebridad, pero me costó quedarme tranquila”, confiesa Sarah.
Sobre la protagonista de esta franquicia, la actriz es contundente: es una tipaza en todos sentidos. “Es tan sencilla, humilde; es una mujer que admiro tanto por lo que está logrando como mujer tanto a nivel personal como profesional. Tenía a sus hijos ahí. Es súper fácil de trabajar y es muy generosa. Toma el tiempo para hablar, prepararse, no se preocupa sólo por lo que ella tiene que hacer, sino por todos. Es muy trabajadora, muy aplicada y guapísima. Es una estatua griega. Es muy alta, tiene un carisma y una luz alrededor de ella”.
Trabajar bajo las órdenes de la directora estadounidense Patty Jenkins también fue una gran sorpresa, añade la actriz. “Transmite paz y también es muy generosa. Al final del rodaje vino a hablar conmigo y como actor saber que te reconocen por tu trabajo vale mucho. Me hizo llorar, más que cuando me confirmaron para el papel.
“Me encantó no sentirme chiquita. No soy el personaje principal y no sabía qué esperar. Le encantó mi trabajo y también como directora es tan clara que el trabajo se vuelve muy fácil. No necesitas más de dos minutos para que te explique lo que espera de ti. Creo que se nota que lo está haciendo por pasión”.
Trabajar en Wonder Woman 1984 suena más romántico de lo que en realidad es. Las jornadas de Sarah empezaban a las 3 de la mañana, cuando una camioneta la recogía en su casa y la llevaba al set. Ahí la maquillaban, ensayaba y después filmaba y filmaba durante cinco o siete horas. Y así todos los días durante dos meses.
Pero el resultado, afirma, vale la pena. “Fueron muchos años de preparación y estudios y es increíble que al fin me hayan elegido para un proyecto tan potente que como actriz esperé toda mi vida.
“Que me hayan dicho que sí en ese casting fue el mayor reconocimiento. Aprendí tanto. Fue un aprendizaje que nunca había tenido en términos de logística; ojalá que me dé un buen empuje para saber cómo manejar más próximos proyectos y que se vuelva más y más frecuente”.
Esta oportunidad tampoco se dio de la noche a la mañana. Luego de estudiar actuación y de trabajar en México, Sarah se mudó a Londres, donde estudió arquitectura. Después de su graduación avisó a sus representantes que estaba lista para volver a trabajar y les advirtió que la llamaran cuando se presentara algún personaje que valiera la pena.
Así llegó a Wonder Woman 1984. Luego del casting la volvieron a llamar para una segunda prueba y luego vinieron tres meses de silencio durante los cuales no supo si se había quedado o no. Aún así, se preparó, tomó clases de kick boxing por si las dudas, aunque no se aferró al papel. Luego de tres meses le llamaron para decirle que sí, que se había quedado con el papel… y que tenía que presentarse al día siguiente para empezar con las pruebas de vestuario.
“Les dije: ‘Ok, estoy disponible’. Dejé todo y al día siguiente fui a la prueba de vestuario y tres días después ya estaba en el set”.