Hace casi 20 años, Britney Spears se presentó en el escenario de los MTV Video Music Awards para interpretar una exótica versión de su canción I'm a Slave 4 U, y lo fue porque la princesa del pop bailó con una serpiente albina alrededor de su cuello y un imponente tigre a su alrededor.
La presentación se convirtió en una de las más icónicas de su carrera y de la cultura pop, pero quién iba a pensar que dos décadas después iba a ser noticia de nuevo por tener una conexión directa con la serie documental Tiger King: Murder, Mayhem and Madness, que ha sido catalogada como el fenómeno más bizarro de Netflix en los últimos tiempos.