Los paisajes que aparecen en Big Little Lies y las espectaculares mansiones en que viven sus protagonistas se han convertido en una de las señas de identidad de la serie de la HBO.
La cuidada estética de toda la producción se hace evidente en escenarios como la casa a pie de playa en la que vive el personaje de Reese Witherspoon, por ejemplo, que parece sacada de un reportaje de Architectural Digest para reflejar su carácter perfeccionista.