El pasado domingo Jennifer Lawrence y su marido Cooke Maroney se llevaron uno de los mayores sustos de su vida cuando una desconocida apareció de repente en el jardín de la casa que comparten en Los Ángeles.
Al parecer, la intrusa -de 23 años- entró a la propiedad sin ningún problema por la puerta principal, que no estaba cerrada con llave, con la intención de conocer en persona a la estrella de Hollywood.