Aunque en ocasiones pueda parecer imposible que los Kardashian-Jenner cuenten con escándalos suficientes como para rellenar dieciocho temporadas de un reality, lo cierto es que las crisis familiares eran algo habitual en su hogar mucho antes de que se hicieran famosos.
Robert Kardashian fue el abogado defensor en el mediático caso de O.J. Simpson, en el que el antiguo deportista fue acusado de asesinar a su esposa Nicole, que resultaba ser amiga íntima de su entonces mujer Kris Jenner, y poco después el matrimonio se divorció cuando él descubrió que esta última estaba engañándole con un jugador de fútbol.