Como todo lo que rodea al rapero, el desembarco de Kanye West en la Semana de la Moda de París no ha estado exento de cierta polémica. Antes del desfile de su colección Yeezy Season 8 que tendrá lugar este lunes por la noche, el controvertido músico reconvertido en una especie de líder espiritual para los ricos y famosos de Los Ángeles quiso deleitar a unos cuantos afortunados con un nuevo servicio religioso que, en esta ocasión, tuvo lugar en el teatro Bouffes du Nord de la capital francesa.
Sin miedo al coronavirus, Kanye West lleva su servicio religioso a París
Como suele ser habitual en los eventos que ha venido organizando Kanye junto a su coro de góspel de confianza, no faltaron los rostros famosos: su esposa Kim Kardashian estuvo acompañada de su hija North y de su hermana mayor Kourtney -con quien parece haber hecho las paces- y la hija de esta, Penelope, y tampoco quisieron perderse la cita personalidades de la industria de la moda como el diseñador Jacquemus.
Sin embargo, no todos quedaron encantados con el resultado final. Los responsables del recinto donde tuvo lugar esa especie de misa fueron acusados de cancelar en el último minuto una obra de teatro titulada Maison Mère que estaba previsto que se representara el domingo, bajo el pretexto de ciertos "problemas técnicos".
La actriz Phia Menard, que forma parte del elenco del espectáculo, lamentó esa decisión en un comunicado publicado en Facebook, y del que se ha hecho eco el portal Voici, para denunciar que la dirección del teatro prefiriera claramente lucrarse con la notoriedad que atraería Kanye que respetar el contrato que había firmado con sus compañeros y con ella, que no habría tenido reparo en "romper de manera unilateral" al mismo tiempo que mentía a los espectadores acerca de los motivos por los que no podrían disfrutar de la obra.