Dos de las estrellas más relevantes del pop en la actualidad, Katy Perry y Taylor Swift, protagonizaron su reconciliación el año pasado con la aparición de la primera en el videoclip que la segunda grabó para su sencillo You Need To Calm Down, tras un enfrentamiento público que se alargó por cinco años y que estuvo repleto de pullas en forma de declaraciones cruzadas o de canciones con mensajes subliminales.
Muchos de sus fans se atrevieron entonces a comenzar a soñar con verlas de nuevo juntas en distintos eventos del mundo de la música, posando abrazadas y sonrientes para las cámaras, pero ese momento nunca se ha llegado a producir.