Salma Hayek regresó a la Berlinale para presentar el filme The Roads not Taken. La mexicana provocó furor con su look bohemio chic con un vestido diseñado por el mismísimo Alexander McQueen: negro largo, de holanes y transparencias, que complementó con aretes XL, collares en varias capas, anillos 3D, manicura nude de Essie y sandalias de plataforma.
Más allá de su acierto en estilismo, Salma acaparó la atención de la prensa con sus comentarios tan opuestos para dos hombres, mientras que a Javier Bardem lo llenó de piropos, al productor Harvey Weinstein lo condenó una vez más por sus terribles actos; que incluso la afectaron a ella, como lo aceptó en una carta publicada en The New York Times hace dos años.