Cuando la princesa del pop inició en 2016 un romance con un modelo entonces desconocido llamado Sam Asghari, muy pocos apostaron por su futuro en común debido a la diferencia de edad que existe entre ellos -Britney tiene 38 años y él 26- y a la turbulenta vida personal de la cantante.
Sin embargo, su atractivo novio se ha mantenido a su lado durante algunos de sus momentos más duros en los últimos tiempos, incluido su ingreso en una clínica de salud mental a principios de 2018, y al mismo se ha convertido en una especie de híbrido entre motivador personal y entrenador.