Ricky Martin fue el encargado de inaugurar la sexagésima primera edición del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, en Chile, con un gran espectáculo, euforia y hasta besos.
El boricua fue el primero en recibir una Gaviota de Plata y otra de Oro en un concierto que, a excepción de algunas fallas en el sonido, fue casi perfecto. Pero lo que verdaderamente se llevó la noche fue el beso que le robó el cantante a Martin Cárcamo, conductor del evento.