El año pasado Justin Bieber dejó a sus fans boquiabiertos cuando publicó un tuit en el que retaba a Tom Cruise a una pelea, etiquetando además al mismísimo presidente de la UFC (Ultimate Fighting Championship) en la publicación para darle visibilidad y tratar de conseguir aparentemente su respaldo.
Aunque poco después retiró la invitación, asegurando que se había tratado de una ocurrencia, el resto del mundo se quedó con la duda de qué le había pasado por la cabeza al cantante para pensar que sería una buena idea subirse a un cuadrilátero con el actor, que se ha ganado una reputación de tipo duro por grabar sus propias escenas de acción y entrenar en distintas disciplinas de artes marciales.