En la entrega 92 del Oscar, Brad Pitt se coronó como el Mejor Actor de Reparto por su trabajo en la película Érase una vez en Hollywood, un triunfo que para muchos no era tan inesperado.
Sin embargo, lo que sí sorprendió fue su discurso de aceptación. Y es que, al final, antes de abandonar el escenario donde recibió su primer Oscar, el actor hizo lo que no había hecho en toda la temporada de premios (BAFTA, Golden Globes o SAG Awards): agradecer a sus hijos.