Salma Hayek tiene una carrera en la que ha disfrutado de dar vida en el set de filmaciones a Frida Kahlo, bailar con una serpiente en Del crepúsculo al amanecer —lo que la convirtió en un mito erótico instantáneo— y ahora producir Monarca para el gigante de streaming Netflix. Con todas esas credenciales, madame Pinault está más allá del bien y del mal.
Por eso se dio permiso de ser parte de Socias en guerra, en la que su vis cómica se explota al máximo, incluso al grado de parecer una sátira de una mujer más que exitosa, que tuvo que poner sus comprensión femenina de lado, con tal de seguir triunfando y sin importarle a quién se lleve en el camino.