La popularización en la industria de la música de la cultura asociada a los raperos ha afectado tanto la estética de las estrellas del pop más tradicional como a la temática de sus fiestas o videoclips.
El pasado fin de semana, por ejemplo, varios de los asistentes a la gala de los Grammy continuaron la celebración tras la entrega de premios en un club de striptease de Los Ángeles, que hasta ahora era un punto de encuentro habitual para las figuras de la escena rap y en el que acabaron dándose cita Rosalía, Lizzo, Lil Nas X y Dua Lipa.