La edición 34 de los premios Goya le dejó al galán consentido de España, Antonio Banderas, su primer cabezón —cómo se le conoce popularmente a la estatuilla— por su protagónico en el filme Dolor y gloria, que se alzó también con siete premios esta noche en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena de Málaga.
Banderas subió al escenario para recibir su premio y aceptó que luego de sufrir hace tres años un ataque cardíaco, este tipo de honores lo hacen sentirse vivo. Tuvieron que pasar 40 años para que el malagueño pudiera levantar en alto su cabezón y agradecer a la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, pero más aún a Pedro Almodóvar.