Coronado reconoció que el último año fue muy difícil y doloroso, por eso consideró necesario renunciar pues ya no soportaba pasar un minuto más fingiendo una sonrisa en un programa donde ya no se sentía cómoda.
En su transmisión, Ingrid confesó que llegó un momento en el que lloraba cuando sonaba la alarma para ir a trabajar, además, no podía concentrarse e incluso le costaba trabajo sonreír y, entre cada corte, se escondía en el baño a llorar.
“No puede ser que esté en un lugar donde soy tan infeliz, no estoy en condiciones de seguir haciendo este trabajo, pues entonces, ahora sí que con todo el dolor, con todo el terror y miedo que ustedes se podrán imaginar, tomé la decisión de salir de ese programa”, aseguró.
Aunque la exesposa de Fernando del Solar reconoció que al renunciar sintió una gran soledad y dolor por abandonar lo que por 19 años consideró su vida, además de sentir incertidumbre, pues ya no recibiría un sueldo para mantener a sus hijos, sin embargo, también fue un gran alivio y una desintoxicación para su vida.