Andrea Legarreta siempre apoya a su esposo, Erik Rubín, en cualquiera de las aventuras que emprende, pero cuando son titánicas y resultan un éxito sabe poner en palabras ese orgullo que siente por él. Así fue la noche de ayer cuando fue madrina por los 180 mil espaciadores que han visto al exintegrante de Timbiriche en el musical Jesucristo Súper Estrella.
En esta oportunidad Andrea quiso "gritar a los cuatro vientos" el amor que le tiene a Erik, por lo que le hizo un curioso piropo delante del público y sus compañeros en el Teatro 1 del Centro Cultural: “Papacito, muy bien Judas (su personaje en el montaje) y, a parte, estás bien sabroso (risas), ¿a poco no?".