La gran pesadilla de toda celebridad es quedarse sin vestido o, para el caso, sin maquillista -como estuvo a punto de sucederle a la esposa de Tom Hanks en la reciente gala de los Golden Globes- justo unas horas antes de pisar la alfombra roja.
El día que Renée Zellweger le salvó la vida a Salma Hayek con un vestido
Eso es justo lo que le ocurrió hace más de una década a Salma Hayek el día previo a la cita más importante de la industria del cine, cuando el vestido que había elegido se rompió por la parte trasera. Curiosamente, al final fue Renée Zellweger, su competidora directa en la categoría de Mejor Actriz, quien acabó salvándole la vida con su generosidad.
"La verdad es que ella me enfadaba un poco porque en algún momento incluso llegué a desear que ganara, porque había estado maravillosa", reveló a Salma haciendo referencia al trabajo de su buena amiga en el musical Chicago.
"La noche anterior, cuando mi trasero gordo consiguió reventar mi vestido para los Oscar y no tenía nada que ponerme, ella me prestó uno de los que había seleccionado de antemano y que, a Dios gracias, era lo suficientemente amplio en la parte de abajo y elástico en la de arriba. Y eso fue lo me puse", reveló la actriz mexicana este miércoles mientras le entregaba un premio a Renée en la gala de los National Board of Review por su interpretación en la biopic de Judy Garland.
El diseño al que se refiere Salma era una creación de Carolina Herrera con una falda de vuelo en color blanco y un body de encajo negro que le sentaba como un guante.