Uno de los personajes que más dio de qué hablar en la 77 entrega de los Golden Globes fue Ricky Gervais, quien por quinta ocasión, fungió como el conductor principal de la entrega de premios celebrada el 5 de enero en Los Ángeles.
Aprovechando que era su última vez como conductor de los premios, el británico se fue con todo en su discurso de apertura, y así como hizo bromas sobre Felicity Huffman, el suicidio de Jeffrey Epstein también tocó temas complicados como ISIS.