Desde las 16:00 horas Yahir se apodera del escenario del Teatro Metropólitan, recibe y da indicaciones para ajustar el sonido, saber el momento ideal para hacer un movimiento, pero más aún para disfrutar al máximo de ofrecer su voz al público que más tarde abarrotaría el recinto del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Una vez que termina el soundcheck, en el que incluyó a los invitados especiales que tuvo durante su recital; Yahir sube a su camerino, se pone cómodo, deja a un lado sus pesadas botas y se sienta en uno de los sillones para ofrecer a Quién, en exclusiva, una entrevista en la que abre su corazón y habla lo mismo de lo público que de lo privado.