El pasado mes de octubre Jane Fonda abandonó su residencia habitual en Los Ángeles para mudarse a Washington D.C. y poner en marcha una serie de protestas semanales cuyo objetivo pasa por concienciar al público de la necesidad de luchar contra el cambio climático.
Hasta la fecha, la legendaria actriz ha sido arrestada en tres ocasiones e incluso ha pasado una noche en prisión. Ahora se enfrenta a la posibilidad de recibir una sentencia mucha más dura si continúa teniendo problemas con la justicia, lo cual le plantea un curioso dilema: qué hacer el próximo 21 de diciembre, cuando cumplirá 82 años.