Por primera vez en sus 51 años de carrera, la actriz Sylvia Pasquel decidió dar un paso arriesgado: quitarse la ropa en pantalla y lo hizo bajo la dirección de un grande del cine mexicano, el cineasta Arturo Ripstein, quien la convenció para hacerlo en la película El diablo entre las piernas.
La apuesta de la primera actriz resultó muy positiva en dos sentidos: a nivel profesional recibió excelentes críticas en el Festival Internacional de Cine de Toronto y a nivel personal fue una experiencia inolvidable para Pasquel. “Fue una experiencia maravillosa, única e irrepetible que me deja muchas cosas como actriz. Es la mejor película que he hecho en mi vida”, aseguró la estrella a la agencia Notimex.