La última actuación de Joaquin Phoenix en los cines como Joker ha sorprendido por el realismo y por la naturaleza de su personaje: un hombre con un desorden que le provoca reír incontrolablemente en momentos inapropiados y que, al ser abandonado por la sociedad se convierte en un ser oscuro y peligroso.
Sin embargo, en la vida real el actor ha demostrado que no se parece a nada a este personaje, que muchos dicen, incluso le podría dar un Oscar. Y es que Phoenix acaba de provocar un accidente vial, pero en lugar de huir (como lo hubiera hecho el Guasón), él sí dio la cara y hasta se entregó a la policía.