Puede que el cantante Adam Levine lleve casi dos décadas erigiéndose como el líder de una de las bandas más exitosas de la escena pop, Maroon Five, sin olvidar su condición de carismático juez televisivo en The Voice o su eterno estatus de 'sex symbol'. Sin embargo, por el momento el intérprete no ha logrado conquistar a una de las personas más importantes en su vida: su hija Dusty Rose Levine.
"¿Sabes? Lo normal sería pensar que, cuando canto para ella, lo disfruta y lo aprecia, pero la verdad es que no le gusta nada. Ojalá estuviera mintiendo", confesó en tono divertido a su paso por el programa de Ellen DeGeneres, justo antes de asegurar que jamás volverá a debatir con su pequeña Dusty Rose, de tres años, sobre asuntos de índole musical.