José José falleció hoy, a los 71 años, en el Baptist Hospital de Miami, al sur de la Florida, confirmó a QuiénLaura Núñez, que fuera su asistente por varios años. La ex personal manager recibió la noticia en propia voz de la hija del cantante, Sarita Sosa, quien decidió cambiar la residencia de su padre de Ciudad de México a Estados Unidos.
José José informó a sus seguidores que padecía un tumor cancerígeno en el páncreas el 24 de marzo de 2017, las complicaciones derivadas de esta compleja enfermedad lo llevaron a ser internado en varias ocasiones en la Unión Americana. Al intérprete le sobreviven su viuda Sara Salazar y sus hijos José Joel, Marysol y Sara Sosa.
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La vida de un hombre que se convirtió en el Príncipe de la Canción
El 17 de febrero de 1948 nació en la delegación Azcapotzalco José Rómulo Sosa Ortiz, el pequeño se crió en el seno de una familia musical, su padre fue el tenor José Sosa Esquivel y su madre la concertista de piano Margarita Ortiz Pensado; ese talento correría por sus venas y heredaría la capacidad vocal paterna y el tempo musical materno.
En la escuela, el niño Sosa Ortiz desarrolló aún más su atracción por el ritmo y la lírica, comenzó a trabajar su instrumento vocal con su participación en el coro escolar. El dominio de la guitarra marcó su arranque de estudio formal en lo sonoro y aunque su padre no apoyaba la música popular, cuando éste abandonó la casa familiar, José Rómulo aprovechó para formar un trío.
Al lado de su primo Francisco Ortiz y su amigo Alfredo Benítez iniciaría a los 15 años el camino para transformarse en el adorado y admirado Príncipe de la Canción. En 1965 primero nacería Pepe Sosa; ya en un terreno más profesional se uniría a otro trío pero de jazz con Gilberto Sánchez y Enrique Herrera bajo el nombre de Los PEG.
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Rubén Fuentes le pediría al cantante dejar de lado sus presentaciones en centros nocturnos para poder firmar con RCA-Víctor; a pesar de que ese era su mayor sustento, aceptó y contó con el apoyo de su mamá que abrió un restaurante para mantenerse. En 1969 con este cambio llegaría a la escena José José y con una voz de barítono lírico de rango completo lanzó La nave del olvido.
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El 15 de marzo de 1970 sería emblemática para el cantante que con El triste (Roberto Cantoral García) y Dos (Wello Rivas) representó a México en el II Festival de la Canción Latina, que le abrió la oportunidad para presentarse en varias plazas internacionales. En 1970 con la publicación de la canción El príncipe la gente lo llamaría así cariñosamente hasta el final.
Es en esta década cuando llegan los excesos a su vida y cae en el alcoholismo, aunque por la intervención de su mamá logró superar el trance para firmar con la disquera Ariola y hace una de sus mancuernas más prolíficas con el compositor español Rafael Pérez Botija.
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Los 80 fueron para el intérprete una época de esplendor, se sumaron a su propuesta musical compositores de la talla de José María Napoleón, el recién fallecido Camilo Sesto y el español Manuel Alejandro, que marcaron su estilo. En 1985 compartió talento en la canción Cantaré cantarás con Plácido Domingo, Julio Iglesias, Roberto Carlos, José Luis Rodríguez El Puma y Pedro Vargas.
Un año más tarde conquistaría el Madison Square Garden y el Radio City Music Hall de Nueva York, los casinos más importantes de Las Vegas y Atlantic City, y en 1987 hizo una gira por Arabia Saudita e Israel, en las ciudades de Jerusalén y Abu Dhabi.
En 1990 Libertad Lamarque, Valeria Lynch, Verónica Castro, Pepe Jara, Roberto Carlos, Julio Iglesias, Marco Antonio Muñiz, Vicente Fernández y Guadalupe Pineda, con la batuta de Raúl Velasco, celebraron los primeros 25 años de trayectoria de El Príncipe de la Canción en Siempre en Domingo. En ese momento sus problemas de voz eran más que notorios.
El nuevo milenio marcó un deterioro fundamental en la salud de José José, aunque en lo profesional siguió con los éxitos: consiguió su Estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood, el Premio Grammy por su trayectoria artística y el Congreso y el Senado de los Estados Unidos de América también reconocieron su contribución a la Cultura de la Humanidad.