La candela de Ricky Martin logró calentar aún más la ya calurosa noche en Mérida, con sus movimientos de cadera, su entrega en cada canción y en particular su mensaje; en el corazón de la capital yucateca gritó a los cuatro vientos la urgente necesidad de paz. Su clamor resonó gracias al arte que lo ha catapultado y le dio una voz que es escuchada en el mundo, la música.
“Lo único que quiero es que pensemos en la paz, hoy no hay espacio en la cabeza para otra cosa que no sea la luz, magia, sueños realizados y mucha paz, ¿podemos llegar a esos niveles Mérida?”, preguntó el puertorriqueño, que en otro momento hizo un recuento de las banderas a los pies del Monumento a la Patria, incluida la del arcoíris.