Kim Kardashian no estaba bien. Se sentía muy cansada, además, tenía dolores de cabeza y articulares y se le entumecían las extremidades. De hecho, durante una tarde de juegos con su hijo Saint las manos ya no le respondieron. “Me he sentido tan cansada, con náuseas y mis manos realmente se están hinchando. Siento que literalmente me estoy desmoronando”, le dijo a su hermana Kourtney.
Asustada y preocupada, buscó sus síntomas en internet y luego decidió ir con un reumatólogo. Luego de unas pruebas, su mayor temor fue confirmado: dio positivo en los anticuerpos de lupus y artritis reumatoide. Al conocer el diagnóstico, la empresaria se derrumbó, según se pudo ver en el capítulo de estreno de la temporada 17 del reality show Keeping Up With The Kardashians.