Un nuevo capítulo en la escandalosa relación entre Frida Sofía y Alejandra Guzmán está a punto de escribirse. La modelo y ahora cantante decidió hablar de problemas que enfrentó cuando su madre enfrentaba una batalla contra sus adiciones.
Frida le concedió una entrevista a la periodista Pati Chapoy para el programa Ventaneando y reveló cómo fue estar al lado de su progenitora durante sus problemas con las drogas y el alcohol y cómo tuvo que lidiar con eso a lo largo de su juventud.
“Hay grupos que ayudan al familiar del adicto. Mi mamá siempre tuvo problemas con eso; se llama Alanon y yo iba a eso”, explicó Frida durante la charla que sostuvo desde Miami con la titular del programa de espectáculos
“La terapia empezó desde muy joven. Entonces yo fui por mi codependencia. No podía dormir sin saber que mi mamá iba a estar bien. Igual ella no se acuerda de todo eso, pero yo sí”, agregó.
La modelo de 27 años de edad confesó que las constantes recaídas de su madre en las adicciones la obligaron a madurar, pero también a fingir para evitarle problemas y para que no fuera arrebatada de los brazos de su mamá por descuidar a una menor.
“Toda mi vida tuve que mentir y tuve que hacerla ver bien. De Chiquita estábamos en crucero y mi mama no salió del cuarto porque Gerardo Gómez de la Borbolla se fue y ella cayó en depresión total. Siempre cuidándola, de verdad. Si me ha lastimado mucho porque yo jamás en la vida la traicionaría así”, señaló.
La intérprete de "Ándale" dijo que intentaba superar los problemas con Alejandra Guzmán, sin embargo, resultaba complicado porque la cantante no sabía poner límites y esa situación se agravó cuando entró a la pubertad.
“Cuando mi mamá estaba sobria ya era después de ir a una rehabilitación. Y no la culpo porque esta es una enfermedad bien fea”, reveló. “Pero en realidad es una enfermedad mental y fuerte y se apodera de ti. Yo sé que ella hizo lo que pudo, pero en cierto tiempo. Por que no hizo lo que pudo, como lo pudo haber hecho en realidad, con las ganas de ser madre y no amiga mía”.
Frida confesó que cometió los mismos errores debido a que no contó con una figura de autoridad que la corrigiera, sobre todo en temas de alcoholismo, pues aseguró que en ocasiones era su propia madre quien la inducía a beber.
