La duda que invadió hoy internet fue saber si “el tío” Pedrito Sola, como él mismo se nombró en su cuenta oficial de Instagram, pudo haber sido presidente de México si no se hubiera cometido el magnicidio contra Luis Donaldo Colosio ¿Qué relación tuvo con el candidato asesinado en Lomas Taurinas el 23 de marzo de 1994?, el conductor de Ventaneando responde.
“Todo es mentira”, expresó Sola en entrevista telefónica con Quién y también aseguró que “a Colosio, jamás lo conocí en persona, sabía de él porque era el Secretario de Desarrollo Social, que era una oficina que estaba por Constituyentes y la mía estaba en Parque Lira, así que nunca lo conocí, porque yo era un empleado, uno menor”.
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Pedro compartió cómo llegó al fideicomiso Empresas de Solidaridad, ente a través del cual se le intentó vincular directamente con el Candidato Presidencial por el PRI en 1994, por lo que compartió que tras su salida de la Secretaría de Comercio por “una hostilidad que había de una jefa conmigo”, fue gracias a su hermana que consiguió ese otro trabajo.
“Pertenecía a la Secretaría de Desarrollo Social. Fue un trabajo menor que me dio el jefe de la oficina de Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura. Me dieron este trabajo de manera fortuita, aunque fue muy gratificante porque conocí casi todo el país, en una faceta distinta con el sector agrícola y pesquero, fue bonito”, agregó Sola.
Fue en ese momento cuando también ingresó a las filas de TV Azteca para ser parte del programa de espectáculosVentaneando: “Me vine a hacer el piloto porque la productora original era mi amiga y resultó. Todavía ese año estuve en TV Azteca porque grabábamos a las ocho de la mañana y me iba a trabajar a Empresas de Solidaridad a las 10”.
El trabajo de gestión empresarial que Sola tenía, recordó, ya no lo podía realizar porque no le era posible seguir viajando aunque su jefe comprensivo le permitió mantenerse en la oficina. Sin embargo, en una ocasión y por instrucciones de Pati Chapoy, se adelantó la grabación de los programas que se trasmitirían de miércoles a viernes y él pudo viajar al sur de Veracruz para cumplir con su trabajo gubernamental.
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“Nunca tuve un puesto importante en el área de Desarrollo Social, entonces llegué a un pueblo por el río Papaloapan, entré a la escuela ejidal, me senté con mi portafolio para revisar el crédito revolvente que se les había entregado, para ver qué habían hecho con él. Empecé a hablar y una señora levanta la mano y me dice: ‘Licenciado, ¿qué usted no sale en la televisión?’.
“Claro, ahí perdí toda credibilidad como empleado de gobierno porque la gente quería hablar de Ricky Martin y Thalía, y no de lo que hacía en Empresas de Solidaridad, entonces tardé en hacer el trabajo cinco horas porque me engolosinaba con la conversación, comí con un grupo de campesinos que me veían en una televisión gigante todas las noches”, explicó.
La situación llegó a oídos de sus superiores, por lo que consideró que lo más prudente era acudir a renunciar para no tener conflictos: “Lo hablé con mi jefe y me pidió que me esperara a que terminara el año para que me dieran mi bono y mi aguinaldo. Me la pasé muy tranquilo, haciendo trabajo de oficina”.
Por esta situación, Pedro, antes de finalizar la llamada, insistió que “eso que se dijo todo es mentira, eso lo inventaron como tantas cosas, jamás tuve puesto importante, jamás en la vida conocí a Colosio, mi único acercamiento fue cuando me llevaron al velorio en Félix Cuevas que ni me pude acercar, nada más”.
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Un momento doloroso que transformó en positivo
La fuerza que Pedro Sola tiene actualmente con los millennials y centennials llegó después de un momento que para el conductor ha sido uno de los más complicados en Ventaneando: el error que cometió al nombrar una marca distinta de mayonesa, lo que le costó tanto psicológica como monetariamente hablando.
“Después de lo que pasó con el nombre (de la mayonesa), eso se quedó guardado en YouTube y una cosa que para mí fue vergonzosa y lastimosa en su momento porque sí me sentí muy incómodo por haber fallado, no es que quiera ser perfecto, pero trato de que mi trabajo sea el correcto y ese día me equivoqué.
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“Resultó que a la larga me benefició porque todo el mundo se acuerda de eso y empecé a salir en las redes y a la gente le divierte, lo cual me gusta. No me gusta mucho recordar el asunto porque, desde el 68 que empecé a trabajar, todo lo hago con responsabilidad, lo mejor que puedo. Ocurrió aquello, pero no fue con dolo, fue un lapsus y hasta me costó una lana”, finalizó.