Desde su arriesgado debut en el filme Daniel y Ana (2009), bajo la dirección de Michel Franco, la carrera de Darío Yazbek va en ascenso, convertido en un símbolo de la comunidad LGBTTTIQ, gracias a su personaje de Julián de la Mora en La casa de las flores, o próximamente al mostrar una sociedad indeseable al lado de Diego Boneta, en el filme Lo que algunos soñaron.
Sin embargo, Darío abrazó otras dos nuevas vertientes en su desarrollo artístico: el ser productor y, aunque de momento está en pausa, la de guionista. En la primera tuvo éxito y el filme Mano de obra (ópera prima de David Zonana), es parte de la Selección Oficial de la 67 edición del Donostia Zinemaldia.