La exigencia de Kourtney Kardashian al comedor de la escuela de sus hijos
Al igual que Kylie Jenner se ha convertido en una experta del maquillaje, Kendall en una de las modelos más cotizadas del momento y Khloé Kardashian en una gurú de la vida fitness, su hermana mayor Kourtney Kardashian ha encontrado su nicho en ese área algo gris que se conoce como lifestyle y que desde hace tres meses ha convertido en su nuevo negocio a través del portal Poosh.
En esa plataforma al más puro estilo de Goop, el imperio construido por la actriz Gwyneth Paltrow, la celebridad ofrece consejos y recomendaciones en materia de salud, bienestar, belleza, decoración o alimentación y no duda en ofrecer ejemplos de cómo los aplica ella en el día a día siguiendo, por ejemplo, una dieta sin gluten ni lácteos y negándose a incluir un microondas entre los electrodomésticos de su cocina.
Pero si hay un aspecto en el que se muestra inflexible, es en todo lo que concierne a sus tres retoños: Penelope, Mason y Reign, fruto de su relación con su ex Scott Disick. Ahora la estrella televisiva acaba de desvelar que se ha quejado enérgicamente al centro escolar al que acuden sus hijos tras enterarse de que les daban comida procesada en el almuerzo.
"No estaba nada satisfecha con la comida que servían en el colegio de mis hijos, así que me aseguré de que el director estuviera al corriente de mis preocupaciones. Y desde entonces también sigo aportando mi granito de arena, opinando acerca de todo: desde la leche que les sirven a la utilización de plásticos de un solo uso", reveló en un nuevo artículo.
Ese curso de acción encaja en su filosofía de que incluso pequeñas acciones pueden causar un gran impacto y, como madre, ella debe educar a sus pequeños con el ejemplo.
"No soy ni la más agresiva ni la más gritona, pero nunca he sido de esas personas que se quedan al margen y no actúan cuando sucede algo con lo que no están de acuerdo", concluyó.