Miley Cyrus y su fuerte confesión por la que dejó de ser Hannah Montana
Han tenido que pasar ocho años para que Miley Cyrus haya podido reconciliarse con su pasado como estrella infantil y más en concreto con el personaje de Hannah Montana que la catapultó a la fama mundial.
Aquella etapa de su carrera se vio marcada por la dismorfia corporal que le causaba el verse obligada a llevar un maquillaje y una ropa ajustada poco apropiada para adolescente y por la presión de Disney para que mantuviera una imagen pública impoluta. Sin embargo, el punto de inflexión que le hizo darse cuenta de que ya no podía seguir adelante con la serie llegó después de que perdiera la virginidad.
"En una ocasión, cuando tenía 18 años, sí que quise dejar de ser Hannah porque me sentía ridícula. En cuanto mantuve relaciones sexuales por primera vez, tuve la sensación de que no podía volver a ponerme esa maldita peluca rubia. Era extraño. Era como si... me hubiera vuelto mayor de repente", recordó en una entrevista a la revista ELLE.
El proceso para despojarse de su pasado y conseguir que el público la viera como una adulta no resultó sencillo debido a la sensación constante de que estaba traicionando de alguna manera a sus fans.
"En una ocasión me coloqué en el back stage en Disneyland, y Peter Pan estaba fumando un cigarrillo. De pronto supe que esa era yo, que yo también estaba destruyendo una fantasía. Eso es lo mismo que sentí cuando se publicó el vídeo en que aparecía fumando una pipa de marihuana, pero al final yo no era solo una mascota de Disney. También era una persona", apuntó.
A día de hoy, Miley por fin ha aprendido a valorar el impacto cultural que tuvo Hannah en toda una generación: "Al final, cuando oyes a Cardi B decir que ella escuchaba las canciones de Hannah mientras estaba en el instituto, no deja de resultar agradable. Ese tipo de cosas sí que me hacen feliz".