¿Sergio Mayer busca prohibir el doblaje de las películas en México?
Sergio Mayer Bretón, quien preside la Comisión de Cultura y Cinematografía, convocó a la comunidad para que se pueda modificar la Ley Federal de Cinematografía (LFC) en lo concerniente al doblaje.
La propuesta, generada por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), es clara: que ya no se doblen las películas que se exhiben en México (a excepción de las infantiles) con el fin de que se respete su versión original y evitar así que el público mexicano “se americanice”.
La productora Mónica Lozano dijo al periódico El Economista : “Se doblan todas, todas las películas y por eso es necesario reformar la ley”.
Actualmente, el artículo 8 de la LFC estipula lo siguiente: “Las películas serán exhibidas al público en su versión original y, en su caso, subtituladas en español, en los términos que establezca el reglamento. Las clasificadas para público infantil y los documentales educativos podrán exhibirse doblados al español”.
Pero resulta que luego de un pleitazo legal, que duró mucho tiempo, que incluyó varios amparos y que ocurrió antes de que empezara el nuevo milenio), esta ley fue considerada como inconstitucional. A partir de entonces se permitió que los grandes estudios como Disney, Fox, etc, presentaran en México sus películas dobladas al español.
Luego de casi dos décadas, la AMACC busca que esa ley se cumpla, con unas mínimas modificaciones: “Las obras cinematográficas y audiovisuales serán exhibidas al público en su versión original y, en su caso, subtituladas al español en los términos que establezca el reglamento. Las clasificadas para el público infantil y los documentales educativos podrán exhibirse dobladas al español y a lenguas indígenas”.
De aprobarse esta ley se verán afectados no sólo los estudios cinematográficos, sino sobre todo, los actores de doblaje mexicanos, que por cierto están considerados de los mejores del mundo. Y de los amparos que estarían por aparecer mejor ya ni hablamos.
Claro, esta propuesta ya tiene sus detractores, como lo es un miembro de la industria quien la calificó de “proteccionista”.
“En otras palabras (se pretende) dificultar a la población el acceso y vista del producto gringo. Obvio esto es un proteccionismo disfrazado, que se usó desde los 70 hasta el 2000 para que la gente en los pueblitos no tuviera de otra más que ver los productos en español de ficheras y demás”.
La moneda sigue en el aire.