Gloria Trevi, orgullosa de ser icono de la comunidad LGBTTTI
Gloria Trevi vivió en carne propia ser rechazada, por eso, ahora que el éxito le sonríe de nueva cuenta, dedica sus esfuerzos a alzar la voz por aquellos que aún viven discriminados, particularmente por sus preferencias sexuales. En el mes del orgullo, la regiomontana se dijo honrada de ser un icono de la comunidad LGBTTTI y envió un poderoso mensaje.
“Quiero decirle, más que a la comunidad, algo a todos los seres humanos: que está mal la intolerancia, las grandes matanzas de la humanidad fueron porque había gente que se sentía superior”, expresó Trevi, antes de subir al escenario de la Arena Ciudad de México, que ayer también la reconoció como la artista que más boletos vendió en ese recinto.
En el inmueble de Azcapotzalco, la cuenta regresiva se sintió eterna; conforme los segundos se agotaban la emoción crecía, a las 22:07 horas suspendida en el aire, haciendo gala al nombre de su gira, Gloria Trevi apareció cual Diosa de la Noche, coronada y con un minibody, escote corazón y botas de caña alta, todo en dorado y adornado con cristales.
La velada inició con uno de los sencillos que la consolidó como favorita al inicio de su carrera, Con los ojos cerrados, y luego saludó: “Ciudad de México, me dieron a escoger de entre las comodidades o tu desmadre y yo a ti te escogí, y ahora hasta las últimas consecuencias… Después de esta noche, tú y yo sabemos que a dónde lleguemos, lo haremos en actitud de reinas”.
La energía estaba a tope y para que no decayera, echó mano de una canción universal, que además lleva su nombre: Gloria. Minutos después aceptó: “La noche apenas comienza y ya me estoy enamorando, para ponernos románticos, vamos a recibir a un hombre al que le tienen que aprender muchos, viene desde Suiza para dar esta declaración de amor, Mr. Trevi”.
Con bombín, pajarita y chaqué, pero de falda de plumas, todo en negro, interpretó Como yo te amo. Para recordar viejos tiempos, cómo si fuera “mi primera cita” con su público de la capital, decidió entregarse, porque “prefiero llorar por lo que hice, que por lo que no”, expresó. La intérprete cumplió la promesa y deleitó con Vestida de azúcar.
Rodeada de globos o con sus bailarines vestidos como lobos, Trevi combinó música del ayer con sus más recientes propuestas sonoras, que conquistaron a todos los presentes que le ofrecieron el más cálido y sonoro aplauso, lo que la conmovió hasta las lágrimas y la hizo besar el entarimado.
“Beso la tierra que pisas, yo soy Gloria y me tienen muy emocionada, veo gente de Brasil, Argentina, Perú, España, del interior de la República y de EU”, comentó para luego armar una verdadera fiesta con Más buena, Cinco minutos y Me lloras. Uno de los momentos de mayor euforia llegó con un medley de temas de antaño, que cerró con Dr. Psiquiatra.
La entrega público y artista fue total y llena de complicidad en canciones nostálgicas como Ellas soy yo y El favor de la soledad o tan bailables como Pelo suelto. Luego brindó para entonar las canciones “que duelen”, la primera se la dedicó “al susodicho, como ultimátum para que se pusiera las pilas”, contó para dar paso a Vas a recordarme.
Gloria volvió a hacer un llamado al respeto y la tolerancia, al amor y mientras una bandera de arcoíris recorrió la zona baja del lugar, ella entonó Todos me miran —el himno de la comunidad nacional—, con un traje de espejos “para que todos se vean y descubran lo bellos que son”.
Tras asegurar que fue gracias a su público que pudo secar las lágrimas durante varios años, porque “tengo su hombro” e invitarlos a “siempre sentirse orgullosos por quienes son”, Trevi finalizó su concierto, pasada la medianoche, con El recuento de los daños y, con dedicatoria para todos los presentes, Tribu.