Los tres embarazos de Miranda Kerr han tenido algo en común
Puede que la modelo Miranda Kerr haya afrontado con gran ilusión y emoción cada uno de los procesos de gestación en los que se ha embarcado para cumplir su sueño de ser madre de familia numerosa, pero eso no significa que, como le ocurre a tantas y tantas mujeres, la estrella de las pasarelas no haya tenido que superar un sinfín de contratiempos físicos antes de recibir a sus retoños.
"Siempre que estoy embarazada sufro náuseas matutinas y hay veces en las que me paso días postrada en la cama por culpa de los mareos. Cada mujer es diferente y, en mi caso, siempre me ocurre lo mismo: me siento revuelta todo el rato y además me vuelvo extremadamente sensible", ha confesado la australiana en conversación con la revista Us Weekly.
La maniquí y empresaria del mundo de la cosmética es madre de Flynn (8), fruto de su extinto matrimonio con el actor Orlando Bloom, así como del pequeño Hart (1) junto a su actual marido Evan Spiegel, con quien dentro de unos meses dará la bienvenida a su segundo retoño en común, un futuro bebé del que por el momento se desconoce si será niño o niña.
Y pese a los momentos de malestar que suelen desprenderse de sus nueve meses de gestación, Miranda ha querido dejar muy claro que todas las alegrías y satisfacciones que le brindan sus niños una vez abandonan su vientre compensan con creces aquellas dificultades que ha de atravesar previamente.
"Siempre digo lo mismo, que traer vida a este mundo es un milagro y lo mejor que he hecho jamás. Tener niños es la mayor bendición que puedes recibir", ha asegurado en la misma conversación la flamante esposa del fundador de Snapchat, con quien contrajo matrimonio a finales del mes de mayo de 2017.