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Emilia Clarke revela que estuvo a punto de morir al inicio de 'Game Of Thrones'

La actriz británica estuvo a punto de morir en ambas ocasiones
jue 21 marzo 2019 04:39 PM
Emilia Clarke - Daenerys Targaryen
Emilia Clarke - Daenerys Targaryen

En pantalla la vemos como la poderosa y fuerte Daenerys Targaryen, madre de dragones y quien luego de siete temporadas de la serie Game of Thrones, está a punto de ocupar por fin el trono de hierro.

En la vida real, Emilia Clarke (la actriz que la interpreta) también se ha tenido que enfrentar a dos batallas que casi le cuestan la vida. Según contó en un ensayo publicado por la revista New Yorker -–titulado A battle for my life (una batalla por mi vida)– se trató de dos aneurismas que se tuvo que atender de emergencia.

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Al terminar de rodar la primera temporada, en 2011, Emilia estaba en el gym cuando su vida cambió en un segundo: “La mañana del 11 de febrero me estaba vistiendo… cuando empecé a sentir que se avecinaba un fuerte dolor de cabeza. Me sentía tan agotada que a penas me podía poner los tenis. Cuando empecé el entrenamiento, tuve que obligarme a completar los primeros ejercicios”, narró la actriz.

Al momento de hacer una serie de planchas, empezó a sentir como si una banda elástica apretara su cerebro. Y aunque la actriz trató de ignorarlo, no pudo y tuvo que parar. Entonces casi a rastras se dirigió al baño donde después de vomitar el dolor empeoró. “En un momento supe lo que estaba pasando: mi cerebro estaba dañado”.

Una mujer que estaba en el baño de al lado le preguntó si estaba bien y luego de auxiliarla llamó a la ambulancia. “Entonces todo se volvió borroso. Recuerdo el sonido de una ambulancia; escuché voces, alguien que decía que mi pulso era débil”.

Al llegar al hospital, nadie sabía qué le pasaba y fue hasta que le hicieron una resonancia magnética que descubrieron cuál era su padecimiento: “Tuve un aneurisma, una ruptura arterial. Más tarde me enteré que aproximadamente un tercio de los pacientes con eso mueren de inmediato o poco después. Los sobrevivientes necesitan de un tratamiento de urgencia para sellar el aneurisma, pues existe un alto riesgo de una segunda hemorragia que generalmente es fatal”.

Si quería vivir y evitar secuelas irreversibles, sólo había una salida: operarse de inmediato, y aún así, nadie le garantizaba que quedara bien.

“Recuerdo que me dijeron que debía firmar un consentimiento por la operación. ¿Una cirugía de cerebro? Estaba a la mitad de mi muy ocupada vida, no tenía tiempo para una cirugía de cerebro”. Finalmente Emilia, de entonces 24 años, firmó y entró al quirófano.

Al salir de la cirugía (que duró tres horas), Emilia recuerda que no sabía dónde estaba y su campo de visión era restringido. Cuatro días después, una enfermera le preguntó su nombre (Emilia Isobel Euphemia Rose Clarke), y ella no pudo recordarlo, lo que la puso en un estado de pánico.

"Jamás había experimentado un miedo como ese. Podía ver mi vida hacia adelante y así no valía vivirla. Soy actriz , necesito recordar mis líneas y ahora no podía acordarme ni de mi nombre”. Se trató de un episodio conocido como afasia, un trastorno del lenguaje provocado por el trauma que sufrió su cerebro por la operación.

Un mes después de la cirugía, por fin salió del hospital; en pocas semanas debía volver al set de Game of Thrones, pero había algo que le preocupaba: le habían detectado un aneurisma más pequeño del otro lado, que podía reventarse en cualquier momento.

Bajo estricta vigilancia médica Emilia volvió a trabajar, aunque constantemente tenía dolores de cabeza y a veces sentía mucha debilidad. Por lo mismo, la temporada 2 de la serie fue la mas difícil para ella.

Dos años después, en 2013, hizo una obra de teatro en Broadway. Aprovechando su seguro médico, fue a hacerse un escaneo cerebral (algo que para entonces ya se practicaba con regularidad) y así fue como descubrió que ese otro aneurisma había doblado su tamaño.

Al poco tiempo volvió al quirófano… y la operación falló. Tuvo una hemorragia masiva. “Los médicos me dijeron que mis oportunidades de sobrevivir eran muy pocas a menos que me volvieran a operar ya, de inmediato”. A diferencia de su primera cirugía, que fue no invasiva, esta segunda fue a la antigua, es decir, tenían que abrirle el cráneo. La recuperación fue mas dolorosa y lenta, pues además, un pedazo de cráneo fue reemplazado por una placa de titanio.

Otro mes pasó y por fin la dieron de alta. Tras esas dos traumáticas experiencias, Emilia decidió dedicar gran parte de su tiempo libre a una asociación, SameYou, dedicada dar tratamiento a personas que se recuperan de lesiones y derrames cerebrales.

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