Tras divorcio, Angelina y Brad compartirán algo de por vida, y no son sus hijos
Lo que ha unido una gran inversión, que no lo separe un divorcio. Ese es el lema que al parecer han llevado Angelina Jolie y Brad Pitt en lo que respecta a los viñedos y la bodega de su Château Miraval en la campiña francesa, el lugar en que contrajeron matrimonio de la manera más íntima en 2014.
En un principio surgieron rumores que tras su separación, la expareja pondría a la venta la propiedad en la que se instalaron inicialmente en 2008, tras firmar un alquiler de tres años y que acabaron adquiriendo en 2012, finalmente no será así.
La bodega acaba de anunciar que el próximo 5 de marzo presentará un nuevo vino rosado que ha sido nombrado como Studio by Miraval en honor al pasado musical de la finca, que cuenta con su propio estudio musical por el que han pasado estrellas de la talla de Pink Floyd o AC/DC.
Desde el departamento de comunicación se aseguró a través de un comunicado de prensa que los actuales propietarios, en este caso, Brad Pitt y Angelina Jolie planean preservar el espíritu de la propiedad que ha atraído a lo largo de los años a músicos de distintas partes del mundo.
En la época más feliz del extinto matrimonio, Miraval se convirtió en su mejor refugio gracias a sus 400 hectáreas de extensión y al impresionante château con 35 habitaciones en el que incluso una familia tan amplia como la suya, más el séquito de ayudantes, profesores, cuidadores y guardaespaldas que les acompañaba a todas partes podía instalarse con comodidad.
Sin embargo, el castillo también salió a relucir en el proceso de divorcio que parece estar a punto de finalizar en vista de que ya han llegado a un acuerdo definitivo sobre la custodia de sus hijos, cuando los ex fueron demandados por un supuesto impago del proceso de reforma que iniciaron tras hacerse con la impresionante propiedad por 45 millones de dólares.