A pesar de su fortuna, Jennifer Lopez tiene una conexión con su origen humilde
Puede que hayan pasado más de dos décadas desde su salto al estrellato y, por tanto, también desde que empezara a amasar esos 380 millones de dólares en los que está valorada su fortuna personal, pero lo cierto es que la cantante y actriz Jennifer Lopez sigue sintiendo el mismo apego de siempre al barrio que la vio nacer hace 49 años, el Bronx de Nueva York, y está convencida de que su carácter siempre estará marcado por todas esas vivencias que allí experimentó en su momento.
"Es como si eres de Italia. Aunque ya no vivas ahí o hayan pasado muchos años desde la última vez que fuiste, sigues siendo italiano porque eso lo llevarás siempre en tu interior. A mí me ocurre lo mismo con el Bronx. Por mucho que haya viajado por el mundo y aunque ahora viva en Los Ángeles, soy y siempre seré una chica del Bronx", argumentó en una entrevista con la edición británica de la revista Grazia.
Independientemente de la fortaleza y la seguridad en sí misma que ha proyectado tradicionalmente sobre los escenarios de todo el planeta, y sin olvidar que continúa siendo una de las estrellas más rentables y cotizadas de la industria del espectáculo, la intérprete de origen puertorriqueño asegura que hasta hace relativamente poco carecía de una confianza plena en sus posibilidades y en su innegable talento.
"Siento que ha sido hace nada cuando he empezado a sentirme completamente cómoda y segura siendo como soy y haciendo lo que hago. Ojalá hubiera encontrado esta confianza en mí misma mucho antes, quizá cuando llegué a la década de los treinta, pero la verdad es que me ha costado mucho llegar al estado anímico que tengo a día de hoy", se ha sincerado en la misma entrevista para matizar, justo a continuación, sus declaraciones sobre el refuerzo de la autoestima.
"Bueno, en realidad todo esto sigue siendo un proyecto que está en proceso, todo sea dicho. Pero por lo menos ahora soy finalmente consciente de que no fue un error meterme en este negocio y de que mi carrera no es consecuencia de un mero golpe de suerte. Me gusta lo que hago y creo que soy buena en ello", ha añadido henchida de orgullo la también madre de los mellizos Max y Emme, fruto de su extinto matrimonio con el también cantante Marc Anthony.