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Giménez Cacho nos habla de Un extraño enemigo', serie sobre el 2 de octubre

Daniel Giménez Cacho protagoniza "Un extraño enemigo", la serie de Amazon sobre el movimiento estudiantil de 1968.
mar 02 octubre 2018 06:09 PM
Daniel Giménez Cacho
Daniel Giménez Cacho

Es viernes 13 de septiembre de 1968 en la Ciudad de México. El reloj marca las 16:30 horas cuando del Museo de Antropología parte una marcha hacia el Zócalo. Al contingente que avanza por avenida Reforma se van sumando más estudiantes, amas de casa, profesionistas y hasta niños. Uno de ellos tiene siete años y se llama Daniel Giménez Cacho.

De la mano de su madre y sus hermanos, el pequeño (futuro actor) camina en total silencio, como los demás, aunque en su interior se empieza a gestar un huracán de conciencia política que hasta el momento no ha podido callar. “Mi mamá nos llevaba porque vivíamos a media cuadra de Reforma, en la calle de Río Neva. Recuerdo esa Marcha del Silencio y a los miles de jóvenes caminando sin decir nada. También recuerdo una discusión entre mi papá y mi hermano mayor, que pintaba bardas con consignas; hacer eso te ponía en peligro mortal”, dice Giménez Cacho.

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Hace 50 años ya de aquello, pero ese recuerdo y el movimiento del 68 siguen frescos en su memoria; quizá ahora más, pues el 2 de octubre estrena por Amazon Prime Video la serie Un extraño enemigo, centrado en lo que sucedió aquel año en México.

Desde el palacio negro

Estamos en el Archivo General de la Nación, que hasta 1976 fue conocido como el Palacio de Lecumberri, una cárcel donde enviaron a cientos de estudiantes detenidos el 2 de octubre. Es inevitable, el lugar es muy significativo para Daniel, quien nos cuenta de su personaje, el comandante Barrientos, un policía inspirado en quien estuvo al frente de la Dirección Federal de Seguridad, Fernando Gutiérrez Barrios, encargado de infiltrar al movimiento estudiantil y orquestar la trágica matanza en la Plaza de las Tres Culturas.

Pese a que encarna lo que ha despreciado durante toda su vida, la experiencia fue
interesante. “Me traté de poner en la piel de alguien que tiene esta convicción; dejar de juzgarlo y entenderlo para poderlo interpretar. Lo importante era no convertir en un monstruo a alguien con tanto poder sobre las vidas humanas. Los guionistas crearon a un ser humano que tiene familia, que es un padre devoto. Ver esa parte era lo que me importaba, no pensar en que fuera el malo de Malolandia, porque al final, él pensaba que le estaba haciendo un bien al país”.

Extraño enemigo
Extraño enemigo

Dar vida a un priista “de abolengo” no implicó tanto trabajo, pues el histrión mexicano siempre les ha seguido los pasos. “Como actor, siempre los he observado, hay mucho material en YouTube que uno puede ver. Entonces sí me concentré un poquito en los que son de la vieja escuela, que tienen toda una retórica, una elegancia, una manera de ejercer lo que ellos llaman la democracia”.

Giménez Cacho trabajó bajo las órdenes de Gabriel Ripstein, quien también fungió como productor y guionista de la serie. La idea, dice el cineasta, era evitar caer en lo convencional. “Me pareció interesante hablar no sólo del levantamiento estudiantil, sino de su contraparte: esa clase política que veía cómo la situación escalaba en las calles, mientras se preparaba para una olimpiada y la sucesión presidencial”, explica Ripstein.

La serie no pretende denunciar ni contar la verdad absoluta. Es un thriller político de época. En este punto, Ripstein fue muy quisquilloso: se negaba a que casas, ropa y lugares se vieran nuevos. Y lo mismo pasó con su reparto. Gabriel no quería actores que hubieran pasado por el bótox o las cirugías estéticas. Al final encontró lo que buscaba en nombres como Kristyan Ferrer, Karina Gidi, Irene Azuela y Hernán del Riego.

Para Gabriel Ripstein, quien ganó Mejor Ópera Prima en la Berlinale de 2015 por la pelicula 600 millas, la experiencia fue muy emotiva. También a nivel personal, pues en el elenco contó con una actuación especial: la de su padre, el reconocido director de cine Arturo Ripstein.

“Interpreta a Avery Grundach, el presidente del Comité Olímpico Internacional. Mi papá fue muy serio y estaba muy enfocado, se sabía muy bien sus parlamentos y trabajaba muy bien con los otros actores. Se divirtió mucho y yo también. Ha sido gozoso”.

Además, en el set también estuvo presente el hijo de Gabriel, así que durante el rodaje se juntaron las tres generaciones. “Era muy padre verme ahí con mi hijo, mi papá. Eso me dio enorme satisfacción”. El resultado final, contado en ocho episodios, lo tiene complacido… y nervioso, pues por fin la historia llegará simultáneamente a más de 200 países vía streaming. “Hay quienes no tendrán idea de los sucesos del 68 en México y el objetivo era que funcionara para ese mercado internacional también, que el propio thriller tuviera los ganchos suficientes para que un espectador no pudiera dejar de verlo”.

Giménez Cacho ya vio un par de episodios y también está feliz con el resultado. “Acercarse a los hechos históricos es muy bonito para entender cómo estamos, en qué hemos avanzado y en qué no. También tiene un valor hacer homenaje a los que lucharon y revivieron el espíritu de lucha. Como que te hace consciente de que hay que tomar el relevo y enchufarse a ese espíritu de cambio y seguirlo empujando”, remata Giménez Cacho.

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