En exclusiva: La reflexión de Diego Luna a un año del 19S

Hace un año, en el centro de acopio que Diego Luna abrió en Polanco tras el terremoto del S19, el actor y su familia hacían una cadena humana para apoyar a los damnificados. Junto a decenas de voluntarios, él, sus hijos Fiona y Jerónimo y su ex esposa Camila Sodi se pasaban de mano en mano víveres, medicinas y ropa para llenar camionetas.

Cuando recuerda esta escena que se repitió durante varios días, en la bodega ubicada en Lago Tanganica 76 , Diego tiene claro que su rol tan activo como ciudadano fue reflejo de la lección que aprendió de su padre, el arquitecto y escenógrafo Alejandro Luna, tras el terremoto de 1985. “Recuerdo que él fue primero a mi escuela a revisar que yo estuviera bien y checar la estructura del edificio. Después fue a hacer lo mismo en otras escuelas de la colonia. Me tocó verlo comprometido, parando su vida para auxiliar a los demás. Ese ejemplo surgió en mí”, explica Diego en exclusiva para Quién.

Cuando fue su turno, el actor y cineasta también paró su vida: no dudó en cancelar su participación en el evento de promoción de la película Flatliners, en Los Ángeles. "Les dije a los del estudio de cine que si iba mi cabeza iba a estar en otro lado, que aquí estaban mis hijos y mi gente querida y que yo tenía que estar en mi país”, dice el actor, a quien veremos pronto en la cuarta temporada de la serie de Netflix Narcos .

Para Diego, quien junto a Gael García logró recaudar 28.5 millones de pesos en donaciones a través de la colecta Levantemos México, el terremoto fue una lección invaluable de solidaridad que transmitió a sus hijos. “La acción fue la enseñanza. Eso que aprendieron ahí no se puede enseñar con fotografías o con anécdotas. Los vi muy comprometidos, entendiedo perfectamente lo que pasaba. Recuerdo que una tarde empezaron a escribir mensajes de apoyo en las latas: ‘Sonríe’, ‘Estamos pensando en ti’, ‘Te mandamos cariño’ y también hacían dibujitos. Eso estuvo muy bonito”.

Una sacudida emocional
Como todos, Diego recuerda el lugar exacto en el que estaba cuando empezó a temblar a las 13:14 horas del 19 de septiembre. Se encontraba junto al actor Luis Gerardo Méndez realizando una sesión fotográfica para promocionar su obra Privacidad , muy cerca del edificio de la avenida Gabriel Mancera que se derrumbó.

De hecho, escuchó el momento en que éste colapsó. Al salir a la calle, se le quedó grabada en la memoria una escena que lo hizo reflexionar sobre nuestra sociedad e instituciones. “Desconocidos corriendo en dirección a la catástrofe para ayudar: ¡qué imagen más desgarradora pero al mismo tiempo también qué bonita!”, recuerda. “Yo que tengo familia en Inglaterra pensaba que si ellos ven una nube de polvo hubieran corrido en dirección opuesta, con la certeza de saber que alguna institución llegaría a ayudar; en cambio aquí tenemos la seguridad de que si no vamos nosotros, nadie va a llegar”.

A un año del temblor, cuando analiza la situación desde la óptica social y política, admite que tiene sentimientos encontrados. “Era una sensación agridulce porque por un lado qué chingón que la gente me tenga confianza, pero por otro lado qué triste, porque eso refleja una sociedad que desconfía de las estructuras de gobierno y de los personajes que llevan las instituciones”.

La sacudida no fue sólo tectónica, Diego piensa que un evento de este tipo también nos mueve en términos emocionales y ayuda para poner en perspectiva lo verdaderamente importante en la vida. “Hacer cine y teatro claro que es indispensable porque todos nosotros necesitamos espacio para la cultura y la reflexión. Pero luego pasan cosas que son imponderables y a las que hay que atender, como ésta”.