Roma, Cuarón y Venecia explicados por una de sus protagonistas
Marina de Tavira nunca antes había visto Roma, película en la que Alfonso Cuarón la dirigió. El hermetismo alrededor de la cinta también aplicaba para ella.
El oscareado cineasta le daba el guión por partes, apenas unos minutos antes de iniciar el rodaje de cada escena. No podía, por supuesto, ver cortes ni asomarse al monitor. Fue entonces para la actriz una sorpresa descubrir su propia película frente a la pantalla, en una butaca.
Pero esta no era una sala cualquiera, sino la Dáesena del Festival Internacional de Cine de Venecia, donde se estrenó a nivel mundial y en competencia.
"¡Fue muy emocionante! No puedo imaginar mejor lugar para ver la película por primera vez. Un cine hermoso, lleno de historia. Siguiendo todas las formas de la tradición. En el momento en el que se apagó la luz se sintió un silencio lleno de expectación. El sonido maravilloso. Te sentías inmerso en la película.
"Y después la película ... realmente te roba el alma. La Ciudad de México, una que ya no existe pero que llevamos tan dentro. Cleo, el personaje silencioso que llena todos los espacios. Se sentían los hilos que movía. Y al final... un sueño", dijo Marina en exclusiva.
La actriz, quien participa como una madre soltera en la cinta más personal y entrañable de Cuarón, viajó por los canales para llegar a la sala, convivió con el cineasta, sus productores y desfiló por la alfombra roja del lugar junto a las protagonistas Yalitza Aparicio y Nancy Garcia.
"Todo el tiempo estuvo alegre, divertido, incluyendo a todo el equipo que nos acompañaba y que trabajaron en la película en el entusiasmo de estar ahí después de tanto esfuerzo.
Fue un honor estar a su lado en el momento en el que recibió el reconocimiento del público. Fue también un reconocimiento para México. Muy conmovedor", contó De Tavira.
Lo que viene para Roma son varios festivales cinematográficos, incluido el de Toronto, y, por ende, se antoja una carrera al Óscar como Mejor Película Extranjera, pero Marina se lo toma con calma.
"Quiero gozar el presente. Tenemos todavía otros festivales en los que presentar la película y cada uno tiene su propio sabor e historia. Después de Telluride iremos a Toronto y después a Nueva York así que hay mucho trabajo y experiencias por delante".