¿Michael Jackson sigue siendo el Rey del pop?
¿Hasta qué punto la trayectoria de un artista justifica años de controversias y aparentes faltas a la ley? En el caso de Michael Jackson parece como si ésta pudiera desechar cualquier cuestionamiento, pero la realidad es que, por el contrario, hasta la propia carrera debería ponerse en duda.
Si bien las celebridades pop actuales pasan por un camino ya trazado que, en el caso de este género, fue Jackson quien resolvió la fórmula para triunfar, a él le hace falta madera de ídolo porque su ejemplo dista de ser el ideal.
La cumbre de su éxito se dio entre los 80 y 90, principalmente con el lanzamiento de Thriller (1983), con el cual se volvió el primer artista negro en entrar a la rotación de MTV, rompiendo las barreras raciales del canal. Sin embargo, más se tardó en darse a conocer como solista que en renegar de su propio color de piel, al grado de someterse a tratamientos para aclararla. Inclusive, según afirma un artículo del Washington Post publicado en 2016, “Michael estaba enfermo de vitiligo, pero este fue un pretexto para “jugar” de más con su aspecto”.
En aquel entonces la fama sólo incrementó. Brindó al público uno de los mejores videos en la historia (Thriller) y posicionó siete de sus nueve canciones en los primeros diez lugares del Billboard Hot 100; posteriormente sumaría otras 23 a la lista, convirtiéndose en el cantante masculino con más Top 10 en la historia, hasta el 2018, cuando el rapero Drake le quitó la corona.
Pero la gloria se topó con pared. En 1993, cuando “Black or White” sonaba en cada estación de radio y el Super Bowl le había solicitado aparecer en el show del medio tiempo, surgió una demanda al Rey por abuso sexual. Con ésta, afirmó NBC algunos años después, se dieron a conocer las famosas “pijamadas” en Neverland, cuestionando la integridad de MJ.
Nuevamente, en 2005, cuatro casos de abuso llevaron a MJ a la corte, liberando la caja de Pandora, de la cual salieron diversos testimonios que aseguraban tenía relaciones dudosas con niños y pornografía infantil en su casa. Años después, tal como lo indicó The Independent en 2017, un juez de la corte absolvió por completo el caso.
Y así como después de fallecido su nombre quedó “limpio”, su música sigue vigente. De entrada, el propio Drake lanzó “Don’t Matter to Me”, en colaboración con Jackson, misma que figura ya en los charts de popularidad.
Al medirlo en digital, el más famoso de los Jackson también se mantiene en la cima. Tal es el caso que en Spotify, la plataforma musical de streaming más importante del mundo, cuenta con 28 millones 845 mil 163 escuchas al mes, 8 millones más que Justin Timberlake (20,343,896) y 3 millones más que Bruno Mars (25,174,831), dos de los exponentes elite del género en la actualidad.
Por su parte, Sony lanzó el disco póstumo Michael con temas aparentemente inéditos del cantautor. Pero con éste llegaron nuevos problemas. En 2014, según Variety, Vera Serova Class, una fanática empedernida, se percató que en las canciones “Breaking News”, “Monster” y “Keep Your Head Up”, la voz no era la del estadounidense. Junto con ella, una ola de seguidores dijo que quien había cantado en esos tracks era Jason Malachi, un intérprete norteamericano.
Aunque la resolución falló a favor de la disquera por inconsistencias en la demanda, jamás aclararon si en efecto era Malachi quien cantaba, sólo que de acuerdo a la evidencia de Sony todo indicaba que sí era Michael.
A pesar de ello, seguir vigente le ha retribuido a nivel monetario. Según reportes del portal NME, en 2015, las ganancias del cantautor rebasaron los 74 millones de dólares. De estos, casi 2 millones y medio se le atribuyen a derechos publicitarios, mientras que 18 millones se obtuvieron de Triumph International, su empresa de merchandising.
El dinero apenas le ha sido suficiente para cubrir sus deudas, que de acuerdo con los reportes de Billboard, rondan arriba de los 400 millones de dólares, por préstamos del banco y falta de pago a la corte por el juicio de 2005 por abuso sexual a un menor. Aquello derivó en el cierre de su rancho Neverland, y la sesión de ATV Music, a Sony Music.
Entre acuerdos y discordias, nadie puede negar que Michael Jackson no debe ser visto como un todo; el artista va aparte del ser humano. No es una vida lograda, pero sí sentó precedentes para la música en general. Lo cierto es que aún no se conoce a quien pueda competirle, sólo quedará esperar a alguien capaz de impactar la industria con la fuerza que él lo hizo, pero hacer comparaciones será inútil, porque la época no es siquiera similar. Por eso, pese a quien pese, Michael seguirá siendo el Rey del pop.