En busca de un lugar en la industria, Liam Payne apuesta por la música latina
Cuando One Direction se separó en 2016, él se vio solo, pero, lejos de representar un cambio negativo, la situación le regresó las riendas de su carrera. Después de salir de Wolverhampton, una ciudad pequeña en Reino Unido, saltó a la fama por ser miembro de la boy band del momento, pero pertenecer tenía un costo: renunciar a la creatividad y la individualidad artística. “Cuando estábamos en One Direction ni siquiera nos tomábamos el tiempo de opinar. Para sobrevivir a dicha situación debíamos seguir la corriente del personaje que nos correspondía. Nos fabricaban”, dice Liam en entrevista exclusiva para Quién.
Ahora, con 24 años y un camino como solista por delante, las consecuencias de sus actos son sólo responsabilidad suya, por lo que definir un sonido propio era primordial. Encontró una nueva forma de expresarse a través de la música latina, además de incursionar en otros géneros distintos al pop. “Tienen melodías muy lindas en sus canciones, eso es lo que me impresiona más, pero también su lenguaje es increíblemente bonito. De hecho, hasta la palabra más sencilla se puede escuchar sumamente sexy en español y en inglés suena terrible”.
En poco tiempo se dio cuenta de que las colaboraciones le abrirían camino para ser tomado en serio dentro de la industria. Antes de lanzar su sencillo célebre, “Strip That Down” (2018), se acercó a Zedd, el DJ ruso-alemán con quien trabajó en “Get Low” , tema que cuenta con 47 millones de visualizaciones en YouTube. Sin embargo, al unirse con J Balvin en “Familiar”, canción que tiene más de 67 millones de reproducciones en la misma plataforma, probó la versatilidad que escondió durante años. “Fue un accidente. Hice una canción en inglés y aunque la melodía funcionaba bien, sentía que algo faltaba. Cuando conocí a Balvin nos dimos cuenta de lo bien que nos llevábamos y que deberíamos colaborar juntos”.
Liam tiene un hijo llamado Bear con su expareja , la cantante inglesa Cheryl Cole. Para Liam, el éxito de un buen trabajo culmina con las presentaciones en vivo, y aunque la incertidumbre de ya no ser parte de una banda lo ha hecho dudar, el ímpetu por complacer a sus fanáticos es mucho mayor. “No quiero ser de esos que cobran miles por entrar y dan un concierto promedio. Quiero tenerlo todo”. Pero cuando la pirotecnia se apaga y el volumen desciende, el constante cuestionamiento y las comparaciones con su banda anterior se hacen notar. “Sé que es difícil porque la gente le huye al cambio y, por lo mismo, yo solo buscaba ser aceptado. Hoy puedo decirlo sin miedo, por fin tengo el valor de dejar salir al verdadero Liam”.