El momento más duro de Eva Longoria antes de convertirse en madre
Pese a la felicidad que ha traído a su vida la maternidad, el nacimiento del primer hijo de Eva Longoria fue un momento agridulce porque apenas dos días antes se había despedido de su "bebé perruno" y compañero durante 15 años.
En las últimas siete semanas la vida de Eva Longoria ha girado indiscutiblemente en torno a su primer hijo en común con su marido Pepe Bastón, Santiago Enrique, que se ha convertido en el protagonista de las redes sociales de la actriz y en su tema de conversación favorito en cada una de las apariciones públicas que ha realizado desde su nacimiento apenas este 19 de junio .
Sin embargo, no todos saben que antes de que llegara al mundo su bebé, Eva ya era la orgullosa "mamá" de dos otros pequeñines: sus perros Popeye y Jinx, de quienes ha presumido orgullosa en infinidad de reportajes. Tristemente, el último de sus dos compañeros caninos falleció poco antes de que su famosa dueña diera a luz y, pese a la felicidad que ha traído a su hogar la llegada de su primogénito, 'Jinxy' ha dejado un hueco imposible de llenar.
"Dos días antes de dar a luz perdí a mi maltés, que me había acompañado durante los últimos 15 años. Resultó muy duro. Mi marido ni siquiera quería decirme lo enfermo que estaba por miedo a que pudiera adelantarse el parto por el disgusto; así de unidos estábamos mi perro y yo. Ha sido muy, muy doloroso", ha confesado ahora la intérprete a su paso por el programa Lorraine.
En su momento la directora y productora ya le rindió un emotivo tributo en su cuenta de Instagram después de que el animalito muriera en sus brazos en la consulta del veterinario: "Sufrió un derrame y ya no pudo recuperarse. Tenía 15 años (96 para un perro) y llenó cada uno de ellos con un montón de amor y risas. Fue mi bebé antes de que apareciera en escena este bebé en mi barriga. Estoy muy triste, pero sé que ya no sufre. Cualquiera que me conociera, conocía también a Jinxy y sé que muchos lo extrañarán", explicaba a todos sus seguidores.
El estrecho vínculo que une a Eva con sus mascotas quedó patente poco después de su debut en la maternidad, cuando reveló a través de la red social la curiosa forma en que estaba tratando de que su otro perro asimilara que muy pronto compartiría sus días con un cachorro humano.
"Popeye se muere de ganas de conocer a su hermano pequeño, Santiago. No dejamos de mandarle las mantitas del hospital de Santiago para que se acostumbre [a su olor] y Popeye se las lleva siempre a su cama. ¡Es adorable!", aseguraba orgullosa.