Así fueron las últimas horas de Luisito Rey (en la vida real)

Luisito Rey falleció el 9 de diciembre de 1992 en un hospital de Barcelona acompañado por sus dos hijos mayores, Luis Miguel y Alejandro. ¿El cuadro médico al momento de su muerte? Estaba en coma, luchando contra una neumonía que jamás pudo vencer, anémico y conectado a un respirador artificial.

Pero, ¿qué fue lo que lo puso así, cuando nueve días antes todavía se había ido de juerga con dos sexoservidoras?

Se desconoce cuánto tiempo antes de su fallecimiento comenzaron sus problemas, pero según el biógrafo Javier León Herrera, a finales de 1991, quedó claro que Luis Rey tenía muy bajas las defensas durante un viaje que hizo Cuba para pasar el año nuevo. De acuerdo con su narración en ese viaje hubo sexo, drogas y alcohol, pero esta vez no iba al cien. De hecho, tenía neumonía y lo hospitalizaron de emergencia en una clínica cubana. Luego de cuatro días lo dieron de alta y regresó a España. Y casi un año después, su salud empeoró y murió.

Según declararo la familia Gallego, Luis Rey nunca se curó del todo de esa neumonía, pues aseguraban, en el centro cubano se había contagiado de legionella, mejor conocida como fiebre del legionario, una bacteria que justo produce la neumonía y que, entre otros síntomas, incluye debilidad y cansancio, falta de aire, dolor al respirar e incluso, alteración de la conciencia.

Aunado a ello, según unas fuentes que entrevistó León Herrera para su libro Luis mi Rey, “Luisito Rey estaba infectado con el VIH, es más, la familia Basteri aseguraba que el propio Micky así se los dijo cuando estuvieron juntos en el Hotel Sheraton de Buenos Aires, motivo por el cual cualquier exposición a una enfermedad respiratoria podía ser mortal”.

Y así, enfermo, llegó el siguiente noviembre. “A él no le importaba nada, un día antes de desencadenarse la crisis que acabó con su vida salió con dos prostitutas y telefoneó a su hermano Vicente en evidente estado de euforia para que tomara un avión y se le uniera. Seguía bebiendo de manera muy exagerada, contaban que era capaz de tomar en ayunas varias copas de anís, que había días que se bebía dos botellas de whisky él solo. Su adicción a la cocaína empeoraba su carácter histérico”.

Después protagonizó otra juerga que terminó en sobredosis. Su cuerpo ya no pudo más y, de nuevo, la madrugada del 30 de noviembre de 1992 regresó al hospital.

Al primer lugar al que lo llevaron fue el centro hospitalario de Sant Boi de Llobregat, en Barcelona. Pero ahí lo examinaron, lo diagnosticaron y lo remitieron a otro lugar, al hoy llamado Hospital Universitario de Bellvitge, especializado a las enfermedades de carácter infeccioso y al VIH.

En el lugar lo llevaron a terapia intensiva donde cayó en coma y tuvo que ser conectado a un respirador artificial. Además recibió “continuas transfusiones de sangre para paliar la anemia galopante que había llevado a su propia sangre a unos niveles ínfimos de hemoglobina. La hemorragia interna que tenia hacía que expulsara sangre en las bolsas de los excrementos”, relata León Herrera en Luis Miguel, la historia.

Mientras tanto, Luis Miguel tenía que salir a dar un concierto en el famoso Luna Park de Buenos Aires. Ya le habían avisado de la gravedad de su padre, pero, se dice, pensaba que era una artimaña más de Luisito. Incluso había enviado a Alex McCluskey, mano derecha de Hugo López, para que comprobara que era cierto lo que le informaron.

Al saber que esta vez Luisito no mentía, Mc Cluskey dio la orden para que dieran la última unción a Luisito. ¿Y Micky? Aún sabiendo que su padre agonizaba, salió a cantar.

Luis Mi tenía otros conciertos pendientes, pero los canceló y viajó en avión privado con Hugo López, Jaime Camil Garza, Tony Starr y su novia, Erika (Issabela Camil). En Barcelona ya se encontraba Alex.

Según contó McCluskey a Javier León Herrera, “El sufrimiento de Micky en aquel entonces fue bárbaro. Nosotros sabíamos lo que sentía por dentro. Llegaron justo a tiempo para ver a su padre morir, aquello fue una de las cosas mas tristes que yo he presenciado en mi vida".

“En la última escena de los dos hermanos solos junto al padre, su tío hablaba de que por la mejilla de Luisito, postrado en coma, se derramó una última lágrima al sentir la cercanía de sus hijos”, relata Javier León Herrera.

Luis Rey murió cerca de las 11 pm del 9 de diciembre de 1992. Ironías del destino, al día siguiente Marcela Basteri habría cumplido 46 años de vida.