Aunque no la ha querido ver, Xavier Velasco da su bendición a "Diablo Guardián"
El escritor Xavier Velasco no lo puede ocultar: se muere de nervios cada vez que piensa en el estreno de la serie Diablo Guardián, basada en su novela que lo catapultó hace 15 años como una de las plumas más destacadas de la nueva literatura mexicana.
Será que el proyecto tardó seis años en cuajar, que pasó por varios posibles productores que incluso quisieron modificar su esencia o quizá que en cuanto se publicó no volvió a pensar en ella. El caso es que ahora el destino y Amazon la llevaron de regreso a su mente.
“Ayer me llegaron los links. Me dijeron que me los iban a mandar, pero la verdad, como estaba medio aterrado, preferí verlos después.
“Lo que más me da miedo es que si me mandan los links, lo voy a ver en la computadora, con mis bocinitas "pinchurrientas" y una pantalla de este tamaño y yo lo quiero ver en la pantalla grande y con las cinco bocinas para apreciar realmente la serie. Si no me apuran, mejor me espero hasta el cuarto episodio y lo veo en mi tele en alta definición”.
A pesar de los nervios, Xavier confía en que Diablo Guardián se coloque en el gusto del público, pues él mismo está convencido de que es un muy buen proyecto.
“Me ha dado muy buena espina, mucha esperanza que la gente que ya lo vio me diga que les gustó; me están entusiasmando. Y cuando visité el set, también me di cuenta de que los productores le tienen cariño a la novela, confío en que lo hayan hecho bien”.
Además, la serie tiene su bendición. Resulta que cuando firmó contrato, dejó estipulado por escrito que la actriz que interpretara a Violetta, la protagonista, debía tener su visto bueno. Y en cuanto vio a Paulina Gaitán, supo que la serie de Amazon había encontrado a la actriz perfecta para hacerlo.
“Yo pedí tener el derecho de veto sobre la protagonista, fue todo lo que pedí, lo firmamos en el contrato. Y un día me llegó Pepe Nacif (el productor ejecutivo) con el casting (de Paulina Gaitán) y antes de verlo pensé ‘a ver si no nos damos un agarrón’. Y pues no, la vi, y les dije: ‘No sé qué piensen ustedes, pero para mí que es Paulina’ y todos estuvieron de acuerdo. En cinco minutos ya estábamos brindando”.