En exclusiva, el mexicano que nos enorgullecerá en el festival de Cannes
Ariel Gutiérrez no jugaba a los muñecos como lo hacían los niños promedio. Sus figuras de acción tenían un destino que él mismo les creaba y debían avanzar sobre la narrativa que les había impuesto. Dicho de otra forma, él armaba historias; sus juegos tenían un principio y un final, como las películas.
De ahí que, con el tiempo, descubriera que tenía algo qué decir al mundo. “ Y mi papá me fue inculcando la cinefilia, empecé a ir al cine, y siempre ha sido un refugio muy importante para mí”, dice, en entrevista, el joven de 28 años.
Y aunque Coahuila no era el mejor lugar para ello, su determinación no sólo lo trajo a la Ciudad de México, sino que lo llevará a presentar su corto Los Tiempos de Héctor en la sección Cinefundación del Festival Internacional de Cine de Cannes.
“Viví 17 años en Satillo y decidí emigrar a la Ciudad de México, porque allá no había muchas oportunidades. Fuera de la Ciudad de México, faltan apoyos. Yo quería venir para estudiar en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC).
El cortometraje -que constata la calidad y tradición cinematográfica en México- era el trabajo de tesis de Ariel. Su escuela impulsó el trabajo y en el festín fílmico más importante del mundo vieron que estaba muy bien actuado y era emotivo, como le explicaron. Sólo 16 cortos más, de 2 mil 426, se quedaron en la misma categoría.
Y mucho tuvo que ver la historia que este mexicano contó: la de un hombre que ayuda a las personas a morir cuando éstas así lo desean; una especie de asistente para la eutanasia.
“Conforme fui sumando gente en el proyecto, me di cuenta de que el tema no es algo ajeno a la realidad mexicana. Hay gente que, clandestinamente, ayudan a la gente a morir. Leí la legislación de los Países Bajo, cuál era la situación en Suiza y en los lugares donde hay gente que asiste. En México, me parece que sólo cuando hay muerte cerebral se puede desconectar el cuerpo. Pero estamos a años luz de tener una ley que nos permita tomar ese tipo de decisión”, abundó.
Mientras viaja a Cannes el próximo mayo, Ariel Gutiérrez va pensando en su Ópera Prima, es decir, su primer largometraje. Y será algo que lo regrese a su tierra.
“En los últimos 12 años, Saltillo se convirtió en una de las ciudades más peligrosas de todo el Continente. No me interesa particularmente tocar el tema del nacotráfico, pero sí exponer cómo puede cambiar una ciudad, una región y un País en tan poco tiempo y cómo afecta eso a las personas”, adelantó.