Tyra Banks revela la falsedad de su imagen al inicio de su carrera
La llegada de los Kardashian a la primera línea de actualidad bien entrado el milenio y la sinceridad con la que hablaban del sinfín de trucos, tratamientos de belleza y retoques a los que recurrían para presentarse al mundo con el mejor aspecto posible contribuyó en gran parte a terminar de una vez por todas con el tabú que existía en torno a la cirugía estética en un mundo obsesionado, por otra parte, con el aspecto físico.
Por esa misma razón, a veces cuesta recordar que en la década de los noventa la norma era ocultar esas intervenciones y eso es exactamente lo que hizo la supermodelo Tyra Banks. Han tenido que pasar varias décadas antes de que la guapa modelo se haya atrevido a revelar que, efectivamente, pasó por quirófano para someterse a una rinoplastia. Aunque el objetivo médico era lidiar con unos problemas nasales que le generaban ciertas molestias, su motivación a título personal era vanidad pura y dura.
"Tenías huesos en la nariz que seguían creciendo y que me picaban. Podía respirar bien, pero me decidí por la cirugía estética. ¡Lo admito! Mi pelo era falso y me operé la nariz", ha confesado ahora en una entrevista a 'People'.
Las razones que han empujado a la estrella a destapar ahora un secreto tan bien guardado ha sido un sentimiento de "responsabilidad" para compartir la verdad con sus fans.
"Si te sientes a gusto contigo mismo, entonces genial, no te preocupes. Pero si en ocasiones eres inseguro.... entonces tengo para ti una bolsa llena de soluciones mágicas y trucos de belleza para que seas quien siempre has deseado ser. De forma permanente o temporal, yo no juzgo. Arréglalo o disimúlalo. Creo que a las mujeres debería permitirles recurrir a ambas opciones", asegura para resumir su postura frente a las intervenciones puramente estéticas.
"¿Quieres llevar peluca? Genial. ¿Quieres tatuarte las cejas? Perfecto. La cuestión es que tenemos que dejar de juzgarnos".
En su caso, Tyra reconoce no sentirse cómoda presentándose en público sin maquillaje o con uno discreto y se declara una obsesa de los tratamientos de belleza.
"Me molesta mucho que esas mujeres que son guapas por naturaleza juzguen a quienes se hacen algo", concluye su alegato.