El poderoso discurso de apertura en los Oscar

Los premios número 90 de la Academia empezaron con el clásico sketch cómico del host, quien, para sorpresa de todos, fue nuevamente el conductor Jimmy Kimmel, cuya participación estaba en duda tras el accidente del año pasado con la confusión durante la entrega del premio a Mejor Película.

Este año, después de la proyección de una serie de imágenes de los nominados este año, editadas en blanco y negro al estilo del viejo Hollywood, Jimmy salió al escenario del Dolby Theatre para dar inicio a la ceremonia más importante del cine.

En su discurso Jimmy abordó el tema que todos esperaban, el de Time’s Up, y lo hizo con humor, primero haciendo una broma sobre cómo la estatuilla del Oscar era un ejemplo de comportamiento para los hombres: "se queda con las manos donde podamos verlas y no tiene pene”, comentario que provocó las risas de todo el teatro. Por supuesto no faltaron las referencias a Harvey Weinstein y su expulsión de la Academia. Además, habló del escándalo que involucró a Michelle Williams y Mark Wahlberg después de que se diera a conocer que el actor cobró mucho más que ella por volver a filmar sus escenas en All the money in the world después de la salida de Kevin Spacey, acusado también de acoso sexual.

“El mundo está viéndonos. Necesitamos dar un ejemplo. Y la verdad es que si somos exitosos, si trabajamos juntos para frenar el acoso sexual en nuestros lugares de trabajo, si podemos hacer eso, las mujeres sólo tendrán que lidiar con el acoso en todo momento en cualquier otro lugar al que vayan", dijo el comediante durante su monologo.

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