Iker Casillas y Sara Carbonero: dos maneras muy distintas de esperar la Navidad

Aunque forman una de las parejas más sólidas y unidas de la crónica social, especialmente en su condición de padres de los adorables Martín y Lucas, lo cierto es que Iker Casillas y Sara Carbonero no suelen compartir demasiadas fotos que les retraten juntos en sus respectivos perfiles de las redes sociales. De hecho, a lo largo de los últimos años los dos enamorados se han asegurado de contar con su independencia con respecto al otro en el particular universo de las redes sociales.

Eso explica, por ejemplo, que la pareja esté viviendo la inminente llegada de la temporada festiva desde dos puntos de vista diferentes, o esa es al menos la imagen que transmiten a través de sus cuentas de Instagram. Mientras que la periodista cuenta los días que restan para volver a su país natal al tiempo que trata de sacar el máximo partido a los paisajes invernales que le brinda la ciudad en la que reside, Oporto, el exportero del Real Madrid ha preferido, en su lugar, sacar a relucir su lado más nostálgico recordando algunos encuentros navideños de cuando era solo un adolescente.

Tras una visita relámpago a Madrid que ha dejado a la famosa reportera fascinada, entre otras cosas, por la intensa "luz" que tanto caracteriza a la capital de España en los días en los que el sol brilla con fuerza, ya de vuelta en la segunda ciudad de Portugal Sara ha expresado su deseo de volver "muy pronto" a su país natal, aunque primero se ha asegurado de cumplir junto a su primogénito una de las "tradiciones" prenavideñas que definen su apacible vida en Portugal.

"¡Hasta muy, muy prontito, Madrid! No queda nada para celebrar la Navidad en familia", compartía hace unos días con todos sus seguidores de Instagram antes de poner rumbo de nuevo al país vecino. "Jornada prenavideña en la playa. Tradiciones en Oporto... La vida en el mar es vida", apuntó ayer jueves junto a una imagen en la que aparece Martín escribiendo la palabra 'mamá' en la arena de la playa.

Sara ha dejado claro que tiene la mente puesta en el futuro más inmediato, pero el padre de sus hijos ha optado por echar la vista atrás y, en consecuencia, su perfil se ha visto inundado estos días de auténticas reliquias procedentes de sus frecuentes viajes al pueblo abulense de Navalacruz: imágenes relativas a temporadas navideñas cada vez más lejanas como las de los años 2001 y 2005.

"#Flashback Fridays. #Navidad 2001 #Discoteca 2001 #Navalacruz #Valle del vicio", ha bromeado con la sucesión de etiquetas que de alguna forma describen una de las llamativas fotografías, en la que aparece pasándosela en grande con sus amigos y luciendo con una amplia sonrisa su rostro entonces de niño. "¡Corría el año 2005 y seguía queriendo ser Superman! La gorra tiene estilo", escribía hace unos días para contextualizar otra foto de la década pasada, también tomada en Navalacruz y coprotagonizada por sus mejores amigos.

Puede que una de las razones por las que a Iker le ha dado repasar cada viernes algunas joyas de su archivo fotográfico esté ligada a las muchas visitas que ha venido recibiendo desde que fijara su residencia en Oporto, de las cuales no ha tardado en presumir en la red.

"Visitas que alegran los días y los hacen más amenos", publicaba a principios de este mes junto a una imagen en la que, curiosamente, aparecen Sara y Martín rodeados de sus muchos invitados.